ETAPA 2: SEGOVIA-SIMANCAS (126,20 KILÓMETROS EN 6 HORAS Y 34 MINUTOS, A UN PROMEDIO DE 19 KM/H, CON UNA MÁXIMA DE 46 KM/H)
Después de la primera dura jornada, en la que ascendimos una
subida acumulada de 1.640 metros, la segunda, entre Segovia y Simancas, parecía
que iba a ser más fácil. Casi totalmente llana, aunque teníamos previstos 110
kilómetros, pensábamos que nos iba a costar menos…pensábamos. Porque la
realidad nos ha dado una gran bofetada. Al final han sido 126 kilómetros con
los rodeos, que han estado provocados por la arena de los pinares castellanos.
Alguien me dijo que los pilotos de motos del Dakar venían a Castilla a entrenar
la conducción sobre arena. Hoy lo he comprendido.
A las seis y media de la mañana salíamos desde el Acueducto
rumbo a la Fuencisla, tras haber premiado a Severo con un café con churros en
la calle que lleva su nombre. Hemos iniciado la ruta de noche, y cuando nos
aproximábamos a Zarramala, comenzaba a amanecer sobre la cara norte de la
Sierra de Guadarrama y el bello perfil de Segovia, con su Catedral y su Alcázar
se despedía de nosotros. Hemos comenzado a buen ritmo por pistas en buen
estado, siguiendo las flechas amarillas que marcan el Camino de Santiago, en
general bastante bien indicado. Durante un tramo que seguía el río Eresma se ha
complicado un poco la cosa, con algo de piedras, y una ha saltado sobre mi
rueda trasera y me ha roto un radio. Hasta mañana que lleguemos a Sahagún no
podré arreglarlo, porque en Simancas el taller estaba cerrado. Bueno, el
taller, la tienda de comestibles, la oficina de turismo…
En Santa María la Real de Nieva hemos hecho nuestra primera
parada de reavituallamiento. Fruta, Donuts y bebidas nos han repuesto para
seguir la ruta. Una ruta que un poco después, pasado Nieva, se nos ha complicado.
Porque en los pinares castellanos el piso parece una playa, con arena fina
suelta que te hace imposible avanzar…y te desesperas. Severo se pensaba que
exageraba cuando le contaba que otros peregrinos en bici casi palman por la
arena, pero hoy la cruda realidad le ha convencido. Tras el palizón hemos
decidido doparnos. Porque hemos llegado a Coca, el lugar ideal para ello. Aprovecho
este inciso para preguntar unas dudas. ¿Es cierto que antiguamente esta
población también se llamó Farlopa y Perico? ¿Es verdad que su bonito castillo
es propiedad de Sito Miñanco?
Bueno, tras un poco de risa, proseguimos, y no sé si por lo
evocador del nombre de Coca, pero lo cierto es que allí perdimos las flechas
amarillas, y enlazamos por carretera hacia Villeguillo, donde un amable señor
nos aconsejó que prosiguiéramos por carretera hasta Olmedo, y de allí a
Alcazarén para evitar los arenales. Dicho y hecho. Desde Olmedo Severo llamó al
hotel, y se le vino el alma al suelo cuando le dijeron que nos quedaban 50
kilómetros. Tuve que llevarle a remolque un buen rato, porque no levantaba
cabeza. Y me iba yo preguntando mientras Lorenzo comenzaba a pegar fuerte que cómo
era posible que un anciano de 46 castañas con una vida muy poco sana a sus
espaldas como yo pudiera llevar a remolque a un chaval de 30 tacos. Un mozo que
se ha hecho 4 maratones, 3 años los 10.000 del Soplao (165 kilómetros de bici
de montaña), 7 medios iron man, un iron man completo (4 kilómetros nadando, 180
de bici y un maratón de una tacada)…
…claro, de tanto llenarme el ego, la ruta me ha devuelto a
mi sitio. En los kilómetros finales me ha empezado a doler el culo de una
manera inhumana, y he pasado las de Caín para llegar a Simancas, cuyo afamado
Archivo y Castillo no terminaban de aparecer en el horizonte nunca. Entonces he
sido yo el que ha pasado a ir a remolque. Por fin hemos llegado, y como en mi
computadora ponía que había consumido 1.797 calorías, pues nos hemos arreado
una de chorizo, una de morcilla, un chuletón y un postre de chocolate caliente
de esos que te mueres sólo de verlos…eso sí, también hemos pedido una ensalada.
Por desgracia el restaurante de la campeona del mundo de tortillas de patata
estaba cerrado, pero no nos hemos cuidado mal. Como ayer mientras yo curraba
Severo dormía, esta vez he retrasado mi faena diaria y me he echado una siesta
de una horita que me ha recuperado el cuerpo. Todo está a punto para mañana
cubrir los 90 kilómetros que nos separan hasta Sahagún, donde nos uniremos al
Camino Francés. Ayer vimos una peregrina a pie llegando a Segovia, y hoy otro a
pie y dos en bici. El Camino de Madrid está poco concurrido, pero a partir de
Sahagún me parece que va a ser como la Gran Vía. Besos y abrazos.
Creo que esto va a ser el embriónde vuestro club de fans. Engancha.Ya estoy deseando leer el de mañana... Buena ruta campeones.
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