miércoles, 8 de agosto de 2012

Ancha es Castilla...y blanda su arena


ETAPA 2: SEGOVIA-SIMANCAS (126,20 KILÓMETROS EN 6 HORAS Y 34 MINUTOS, A UN PROMEDIO DE 19 KM/H, CON UNA MÁXIMA DE 46 KM/H)

Después de la primera dura jornada, en la que ascendimos una subida acumulada de 1.640 metros, la segunda, entre Segovia y Simancas, parecía que iba a ser más fácil. Casi totalmente llana, aunque teníamos previstos 110 kilómetros, pensábamos que nos iba a costar menos…pensábamos. Porque la realidad nos ha dado una gran bofetada. Al final han sido 126 kilómetros con los rodeos, que han estado provocados por la arena de los pinares castellanos. Alguien me dijo que los pilotos de motos del Dakar venían a Castilla a entrenar la conducción sobre arena. Hoy lo he comprendido.

A las seis y media de la mañana salíamos desde el Acueducto rumbo a la Fuencisla, tras haber premiado a Severo con un café con churros en la calle que lleva su nombre. Hemos iniciado la ruta de noche, y cuando nos aproximábamos a Zarramala, comenzaba a amanecer sobre la cara norte de la Sierra de Guadarrama y el bello perfil de Segovia, con su Catedral y su Alcázar se despedía de nosotros. Hemos comenzado a buen ritmo por pistas en buen estado, siguiendo las flechas amarillas que marcan el Camino de Santiago, en general bastante bien indicado. Durante un tramo que seguía el río Eresma se ha complicado un poco la cosa, con algo de piedras, y una ha saltado sobre mi rueda trasera y me ha roto un radio. Hasta mañana que lleguemos a Sahagún no podré arreglarlo, porque en Simancas el taller estaba cerrado. Bueno, el taller, la tienda de comestibles, la oficina de turismo…
En Santa María la Real de Nieva hemos hecho nuestra primera parada de reavituallamiento. Fruta, Donuts y bebidas nos han repuesto para seguir la ruta. Una ruta que un poco después, pasado Nieva, se nos ha complicado. Porque en los pinares castellanos el piso parece una playa, con arena fina suelta que te hace imposible avanzar…y te desesperas. Severo se pensaba que exageraba cuando le contaba que otros peregrinos en bici casi palman por la arena, pero hoy la cruda realidad le ha convencido. Tras el palizón hemos decidido doparnos. Porque hemos llegado a Coca, el lugar ideal para ello. Aprovecho este inciso para preguntar unas dudas. ¿Es cierto que antiguamente esta población también se llamó Farlopa y Perico? ¿Es verdad que su bonito castillo es propiedad de Sito Miñanco?
Bueno, tras un poco de risa, proseguimos, y no sé si por lo evocador del nombre de Coca, pero lo cierto es que allí perdimos las flechas amarillas, y enlazamos por carretera hacia Villeguillo, donde un amable señor nos aconsejó que prosiguiéramos por carretera hasta Olmedo, y de allí a Alcazarén para evitar los arenales. Dicho y hecho. Desde Olmedo Severo llamó al hotel, y se le vino el alma al suelo cuando le dijeron que nos quedaban 50 kilómetros. Tuve que llevarle a remolque un buen rato, porque no levantaba cabeza. Y me iba yo preguntando mientras Lorenzo comenzaba a pegar fuerte que cómo era posible que un anciano de 46 castañas con una vida muy poco sana a sus espaldas como yo pudiera llevar a remolque a un chaval de 30 tacos. Un mozo que se ha hecho 4 maratones, 3 años los 10.000 del Soplao (165 kilómetros de bici de montaña), 7 medios iron man, un iron man completo (4 kilómetros nadando, 180 de bici y un maratón de una tacada)…

…claro, de tanto llenarme el ego, la ruta me ha devuelto a mi sitio. En los kilómetros finales me ha empezado a doler el culo de una manera inhumana, y he pasado las de Caín para llegar a Simancas, cuyo afamado Archivo y Castillo no terminaban de aparecer en el horizonte nunca. Entonces he sido yo el que ha pasado a ir a remolque. Por fin hemos llegado, y como en mi computadora ponía que había consumido 1.797 calorías, pues nos hemos arreado una de chorizo, una de morcilla, un chuletón y un postre de chocolate caliente de esos que te mueres sólo de verlos…eso sí, también hemos pedido una ensalada. Por desgracia el restaurante de la campeona del mundo de tortillas de patata estaba cerrado, pero no nos hemos cuidado mal. Como ayer mientras yo curraba Severo dormía, esta vez he retrasado mi faena diaria y me he echado una siesta de una horita que me ha recuperado el cuerpo. Todo está a punto para mañana cubrir los 90 kilómetros que nos separan hasta Sahagún, donde nos uniremos al Camino Francés. Ayer vimos una peregrina a pie llegando a Segovia, y hoy otro a pie y dos en bici. El Camino de Madrid está poco concurrido, pero a partir de Sahagún me parece que va a ser como la Gran Vía. Besos y abrazos.

2 comentarios:

  1. Creo que esto va a ser el embriónde vuestro club de fans. Engancha.Ya estoy deseando leer el de mañana... Buena ruta campeones.

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